lunes, 14 de noviembre de 2011

MUSEO QUEVEDO ZORNOZA

Diario de Campo

Zipaquirá no puede seguir siendo conocida sólo por la majestusidad de su Catedral de Sal, es mucha la historia poco conocida de ésta ciudad, y como muestra tenemos la La casa de Museo Quevedo Zornoza.

La casa data del año de 1.940, construida por el Ingeniero  Don  Alejandro Mac Douall y alberga la historia de trés generaciones.

1° Nicolas Quevedo Rachadell
2° Julio Quevedo Arévalo
3° Guillermo, Conchita y Blanquita Quevedo Zornoza

El martes 1° de noviembre, me levante de buen ánimo y me preparé para visitar el museo, me encontré con algunas compañeras de la Universidad y nos dirigimos entre risas tranquilas hacia nuestro destino.
Al llegar recibimos la atención de la Sra. Recepcionista y guía del Museo Casa Guillermo Zornoza, Doña Nury Tinjacá, quien inicia el recorrido por las instalaciones, siendo aproximadamente las 9:15 am.

Lo primero que  enseñó fue las biografías de los principales exponente de la familia, (ya enumerados).
Al oír la explicación, sentí nostalgia, de recordar que en éste mundo estamos solo de paso y que son muy afortunados ellos, pues se les recuerda y conservan sus pertenencias con sumo cuidado y respeto.


Primera Generación

Segunda Generación

Tercera Generaión



El maestro Guillermo Quevedo Zornoza, es un ícono en la ciudad de Zipaquirá y será reconocido a través de los tiempos por su autoría del Himno de la Ciudad.


Himno Municipio de Zipaquirá
Coro
Alcemos un canto de amor y de fe
que diga las glorias del hoy y de ayer
pues somos de un bello y amado vergel
solar de cariño, de glorias también
de estar en la tierra de Peña y Cortés
la patria de Pérez de Orjuela y Mac-Douall
de próceres cuna, santuario y edén.
I
Mirad como enhiesto el Zipa orgulloso
horada las nubes, sereno y audaz
señor que domina el valle florido
do se alza soberbio el palacio de sal
así cual la cumbre llevemos altivos
el nombre muy alto de nuestra ciudad
de sus tradiciones, de su gentileza,
que sea nuestro lema "Siempre Prosperar".
II
Aquí en esta plaza diez mil comuneros
juraron librarnos de dura opresión
también se oyó el verbo del prócer Zapata
aquí de los líderes alzose el pendón
vino la guerra, miseria doquiera
la tierra del Zipa su entraña ofreció
la sangre patriota tiñó nuestro suelo
Seis vidas preciosas la muerte segó.
III
Colombia despierta y en torno a su enseña
hoy tiene derecho también la mujer
se fundan escuelas, el pueblo se ilustra
las mentes ya saben, la raza está en pie.
Cual eco sonoro resuena este triunfo
y que habla la fama de nuestra heredad
y bajo la gloria de los tres colores
que luzca el escudo de Zipaquirá.
Letra y Música:
Maestro Guillermo Quevedo Zornoza.



La casa se divide en un área social, otra de servicio y en el centro de las dos, un amplio patio.
En el recorrido antes de llegar a las habitaciones se halla un teléfono de los primeros que llegaron a Colombia, donado por la empresa de teléfonos de Bogotá.





Al lado del teléfono se hallan dos cabezas de venado, guía argumentaba que habían sido cazados en Zipaquirá y luego mandados a disecar como parte de la decoración de la casa. O sea que en el área boscosa de esta región habitaba el venado.


La primera habitación que se encuentra es un homenaje a Conchita y guarda sus pertenencias; su tocador, algunas prendas de vestir, los frasco de los perfumes que usaba, su cama, paredes, cuadros, lamparas y muebles... todo de la época.



La segunda es un homenaje a Nicolas Quevedo Rachadell, entrañable amigo de Bolivar por sus campañas, en ella se guarda la foto de su esposa Josefina y muchos recuerdos de Bolívar como un mechón de cabello.



En la tercera el homenajeado es Julio Quevedo Arevalo, ésta habitación es hermosa, en ella está plasmado el amor al a la música, se siente la alegría que tal vez él deseaba expresar.


Por los corredores se esparcen los baules, que en la época eran las maletas de viaje, algunos marcados con las iniciales de su dueño, instrumentos musicales, pinturas y fotografías... Todo revela el amor al arte, y es contagioso, pues se siente alegría y a la vez tristeza, deseaba yo haber vivido en ese mundo, con esas personas. Todo tan limpio, tan fino, tan exclusivo; es admirable el cuidado a todas y cada una de las piezas de reliquia... todo se protege y se mantiene, con el único propósito de transmitirlo a las futuras generaciones.

El museo recibe toda clase de antigüedad... Es por eso que se ven expuestas colecciones de las primeras lamparas y bombillos con que nos hemos alumbrado a través de los años, de tapas de las diferentes bebidas; botellas... de gaseosas, cervezas, vinos, perfumes, boticarios; candados y llaves, de los canastos que tradicionalmente se usaban y que aún se siguen usando los días de mercado, radiolas, máquinas de cocer, muestras de bordados, entre otros.



En otra de las habitaciones se halla una colección de máquinas de escribir de Nicolas Quevedo, y una completa biblioteca de libros antiguos en diferentes idiomas, también encontramos un ajedrez que representa "indios y españoles.




Oratorio "crucifijo del siglo XVIII 

Toda la casa muestra el nivel social de los Quevedo, en ella existe un mundo de privilegios en relación con la época; como la lavadora de ropa, llevada a la casa en 1.940, la máquina imprenta para elaborar las tarjetas personales, las bases exclusivas para la preparación de galletas, un patio alterno usado para el descanso e higiene de animales, especialmente caballos;  "Simón Bolívar traía el suyo a ésta casa", biblioteca, sala de juntas, comedor dotado de vajillas exclusivas traídas de Europa "por ser una familia de vida social agitada", entre otras comodidades.

Galería Museo casa Quevedo Zornoza




































































No hay comentarios:

Publicar un comentario